Negro, lo más eterno y bello,
oscuro como tu cabello,
íntimo como nuestros momentos,
donde amanecemos tan despiertos.
Provoquemos de nuevo a la oscuridad
para que nos envuelva en esta humanidad.
No me hace falta percibir con mi mirar,
me conformo con sentirte respirar.
Te palpo a oscuras, te siento tan claro.
Me envuelves en un abrazo sincero,
yo no me atrevo, pero te digo te quiero.
Y me quedo en silencio esperando…
me he dejado de tener tanto miedo.