martes, 6 de julio de 2010

Adiós Barcelona, Hola Mundo!

Muy a mi estilo, aquí me encuentro en la más profunda soledad rodeado de cajas y maletas a presión, que intentan guardar todo lo que se ha quedado olvidado en la mudanza. Con música melancólica para hacer más llevadera la espera, me encuentro en una ciudad que ya me sobra, quiero huir. No es disgusto, es impulso, y es que hasta Barcelona ya se me queda pequeña y más ahora que en sus calles ya no están esos amigos que me han dado tanto durante este año.

Quiero volver, renacer en mi tierra, ahora más querida que nunca, y por la cual tendré que esperar todavía un mes para recibirla con los brazos abiertos, y es que ahora toca viajar por rincones de Italia, Alemania, Noruega, Suecia y Dinamarca. Ahora se me hace cuesta arriba todo este trayecto, pero seguro que cuando reponga fuerzas junto a mis seres más queridos llegare con fuerzas para darlo todo en un viaje que promete mucho. Un viaje para reflexionar, para reír, llorar y ser feliz. Sobre todo es un viaje para desconectar de un mundo que ahora se me hace grande y que necesito controlar antes de enfrentarme a él.

Me despido de los blogueros que siguen fieles a este blog y volveré con nuevas experiencias desde la tierra que lo ha sido y será todo para mi, Sevilla. No es repetirse, es evolucionar, y es que ni yo ni la tierra de la que me fui seguimos siendo lo mismo.




Mundo espérame, que ya voy de camino.